Cuidá tu energía

Cuidá tu energía

Estrategias sutiles pero poderosas para cuidar tu energía todos los días.

¡DESCARGA MI GUÍA GRATUITA AQUÍ!

¿Estás agotada sin saber por qué? ¿Cómo protegerte del agotamiento invisible?

Puede que no sea solo cansancio… sino agotamiento invisible.

¿Alguna vez sentiste que NO diste “todo de vos”, pero igual terminaste el día completamente agotada Como si tu cuerpo y tu mente se apagaran, sin una razón lógica. Eso que estás sintiendo, tiene nombre y no sos la única a la que le pasa.

¿Qué es el agotamiento invisible?

Es un desgaste silencioso que no se ve, pero nos pesa. No es solo físico: es mental, emocional y sensorial. No se trata únicamente de lo que hacés, sino de todo lo que procesás sin darte cuenta: notificaciones, listas de cosas para hacer, pendientes, presiones, miedos, redes, decisiones, noticias… Lo invisible también nos agota. Y muchas veces, más de lo que imaginamos. ¿Te pasa esto? A veces no nos damos cuenta, hasta que frenamos.

Podrías estar viviendo un agotamiento invisible si sentís:

  • Dificultad para concentrarte
  • Niebla mental constante
  • Cambios de humor sin causa clara
  • Apatía o desmotivación
  • Todo te cuesta el doble
  • Dormís mal, o te despertás cansada

¿Por qué nos pasa?

Vivimos en un mundo que nos exige estar “siempre disponibles”. Desde que abrimos los ojos, estamos expuestas a una sobrecarga silenciosa:

  • Exceso digital: mensajes, redes, mails, alertas… sin pausa.

  • Multitarea constante: hacer mil cosas a la vez...  ¡es agotador! Y no estamos PRESENTES.

  • Falta de pausas reales: descansar no es solo parar el cuerpo, es también calmar la mente.

  • Ruido emocional: ansiedad, culpa, exigencias internas. Todo para hacer YA.

  • Falta de límites: decir “sí” cuando querés decir “no” (¡o vicerversa!)

¿Cómo proteger tu energía?

No se trata de aislarte del mundo. Se trata de aprender a cuidarte de verdad. Te comparto algunos hábitos simples que hacen una gran diferencia, y cuando de verdad nos priorizamos, de verdad suman un montón:

  1. Pausas conscientes: cerrá los ojos 3 minutos, respirá profundo. Reconectá.

  2. Menos pantalla, más presencia: apagá el celular en ciertos momentos del día.

  3. Decí “no” sin culpa: tu energía vale más que mil “sí” obligados.

  4. Conectá con lo real: naturaleza, cocina, música, una charla sin celular.

  5. Soltá lo que pesa: escribí lo que sentís. Liberá a tu mente de sostenerlo todo.

  6. Priorizate, ahora y siempre.

Cuidarte y priorizarte también es bajar el ritmo. Vivimos en una cultura que prioriza hacer sin parar. Pero el bienestar no es productividad. Es presencia. Es permitirse frenar, sentir, respirar... y vivir con más calma y menos culpa.

Te comparto un Ritual simple para terminar el día:

Antes de ir a dormir, probá esto: apagá las luces fuertes, poné música suave y sentate en silencio. Respirá profundo, inhalá por la nariz, exhalá lento. Soltá el día. Soltá el esfuerzo. Este pequeño ritual puede cambiar tu descanso… y tu energía para el día siguiente.

¡Tu energía es sagrada! no lo olvides. Cuidarla no es egoísmo. Es amor propio y es el primer paso para recuperar tu bienestar.

¿Te sentiste identificada? Compartí esta nota con otra mujer que también necesite parar. A veces, lo que más sanamos… es sentirnos entendidas.

La respiración es el puente entre el cuerpo y la mente. Hacer respiraciones conscientes te va a ayudar a recuperar tu bienestar.

Sumate a mis Clases Gratuitas aquí, en donde cada semana nos reunimos para respirar juntas, desde cualquier lugar del mundo que estés.

Tampoco te podes perder mi guía gratuita con el paso a paso de un Tip que hago a diario para respirar mejor. ¡Descargala aquí!

Si estás en busca de más inspiración podés seguirme en Instagram 

¡Gracias!

Estrategias sutiles pero poderosas para cuidar tu energía todos los días.

Te puede interesar
Cerrar X